El OJO ATÓMICO CIERRA

Tras cinco largos y apasionantes años de trabajo en la nave de la calle Mantuano, hemos decidido cerrar el local y emprender una nueva etapa del Ojo Atómico.

La hostilidad del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, una encubierta y la otra abierta, pero igual de implacables, y la ausencia de diálogo con el Ministerio de Cultura, nos empujan al cierre, al igual que a otros espacios independientes, desaparecidos en los últimos meses. Podríamos resistir, pero ya hemos entrado en una fase de desgaste, y creemos más prudente un cambio de estrategia que el enrocamiento en posturas insostenibles a medio plazo. Han ganado ellos, al menos esta batalla que se inició en 2002 con la apertura de 29 Enchufes. Por primera vez llegó a haber una escena alternativa de arte en Madrid, caracterizada sobre todo por el afán de apertura al exterior. Basta ver los programas que han realizado 29 Enchufes, Liquidación Total y el Ojo Atómico, entre otros, para constatar la internacionalización que hemos llegado a alcanzar, y que sólo puede tener continuidad en nuestros previsibles, o ya consumados, exilios.

No voy a disimular el mal sabor de boca que siento, porque seremos otra generación perdida, y como dije hace un año, para mí es la última. Mi edad, 45, y mis aspiraciones me empujan a centrarme en proyectos más institucionales, donde pueda disponer de los recursos que hasta ahora no he tenido. Dejamos atrás un excelente trabajo que ya está siendo olvidado. Hace una semana oía decir a un conocido historiador de arte que la escena de arte político de Madrid acabó en 2001. ¿Debo responder algo? ¿Explicar a estas alturas qué es arte y qué es política? ¡Qué nos olviden! Madrid no parece necesitar arte, sino obras públicas, munipas y olimpiadas.

Uno de nuestros objetivos fracasados en esta etapa ha sido conseguir un marco legal de apoyo a la creación en Madrid. En el frustrado Manifiesto de los Agentes Artísticos de Madrid ( www.ojoatomico.com/comunicados/documento4.html ) describimos con todo detalle la situación que viven los creadores y los gestores independientes de esta ciudad. El texto era tan acertado que una esbirra de Carlos Baztán me llamó al móvil para pedirme que no publicaramos más manifiestos. si es que queríamos mantener el "diálogo". Fue ese el día que decidí, personalmente, tirar la toalla, y renunciar a un "diálogo" imposible. Y de la CAM para qué hablar; yo, por eso del quid pro quo, les he puesto en mi lista negra. Es significatico que sólo AVAM y la Unión escribiesen un texto de apoyo a nuestra pretensión básica, un marco legal que regule el apoyo al arte con dinero público, y que tanto ADACE como el Consejo de la Crítica ni se dignasen a contestar. Quizás pensaron que esto es mezclar arte con política, o, como me dijo una alta carga del Matadero, que los que estamos fuera de las instituciones tenemos que "aprender a conformarnos".
Es todavía más lamentable que hoy, como en 1991, cuando abrí mi primera sala de exposiciones, el único lugar de Madrid adonde un artista puede dirigirse para empezar una carrera coherente sea la terminal de salidas internacionales de Barajas. Pero ahora el mundo es mucho más pequeño, y nada puede ocultar el ridículo de sus políticas culturales, de las noches en blanco, los mataderos, los madriles abiertos, los homenajes a la movida y de tantos centros de arte desorientados, sin contenidos y ahítos de buen rollito parroquial.

Nosotros cerramos, contentos de lo mucho que hemos podido dar, y de lo mucho que hemos recibido. Gracias a los que de una u otra manera habéis estado con nosotros y a los artistas que desinteresadamente han venido de diferentes partes del mundo a colaborar con este proyecto.
El viernes 21 consumamos el cierre, a partir de las 20 horas. Os invitamos a participar en una acción con Javier Pérez Aranda, que transformará en un mueble la conocida instalación que ha ocupado el altillo durante los últimos años, para después depositarla en los lugares indicados por el ayuntamiento para tal fin, y aprovechando que el 21 es el día designado para esto en Prosperidad. Regalaremos lo que nos sobre, pero no habrá bar, así que el que quiera puede traerse su propia bebida (bueno, nos quedan unas cajas de tequila). Se recomienda ropa de abrigo.

Diciembre 2007